domingo, abril 27, 2008

A-mis-tad?

Pensando en hartas cosas, llegué a la conclusión de que, por más que lo niegue, me duele el hecho de haber perdido la amistad de la Fanny.
Le doy miles de vueltas, y no logro dar con la razón específica, salvo un distanciamiento físico demasiado grande, pero no insostenible, y el cambio de entorno al que nos sometimos una vez dentro de la universidad. Pasaban los días y comentábamos al igual que si estuviésemos en el colegio... No habían mayores diferencias, salvo el hecho de estar separadas por varias comunas de distancia, y de tener que convivir 12 horas, pasamos a no vernos.
Supuse ciertamente, que se podía seguir igual que siempre, pero el tiempo me hizo ver otra realidad. Los seres humanos somos tremendamente influenciables. Casi a tal punto de perder nuestro raciocinio por opinión de otros, además de no seguir nuestros impulsos. Al menos en mi caso, yo siempre he tenido el mismo carácter extraño, y de que me ha traído problemas, pues sí, aunque trato de superarlos y continuar con mi rumbo. Pero con mi amiga no fue lo mismo. Pasó de ser alguien totalmente de mi confianza y a quien le encomendaba todos mis pensamientos, a un ser que ni siquiera soy capaz de reconocer, pese a que físicamente casi ni cambie.
Al final la distancia y el entorno pudieron más que mis deseos. A veces extraño todas nuestras idioteces y pelambres, además todos nuestros conciertos kitsch, donde partíamos con un hermoso y melódico techno de antifunky, para finalizar con Gilda, o con Pablito Ruiz...
Recuerdos bonitos que permanecen latentes en mi memoria.
En la U encontré amigos muy buenos, pero como que ninguno es como la Fanny... Igual, 6 años hacen un poco más de diferencia. Aunque también podría atribuirlo a que mi madurez era diferente, y tenía otra clase de "dependencia" con las demás personas (Supongo que trataba de controlar mi instinto megalomaniático, y canalizarlo dentro de alguien para no parecer tan autoritaria ni mandona).
A estas alturas, puedo decir que ese sentimiento está ahí, pero ya no siento deseos de mandonear y de que las cosas se hagan según mi voluntad.
Prefiero aceptar la diversidad, y tratar de convivir de la manera más pacífica posible.

Y así con mi amiga ex amiga Fanny. Supongo que ahora cree que realmente soy tortillera porque jamás me han visto con un pololo, ni tampoco besándome con alguien en algún carrete.

Lo que pueden llegar a causar un par de minas weonas...
quien lo diría.
A veces desconozco a mi propia especie (eso me incluye a mi, algunas veces).

Hyde_Sama

viernes, abril 18, 2008

Random III


Hace siglos que no me metía al blog. El facebook ha consumido gran parte de mi tiempo, y como ando contestando test inútiles, ni siquiera había recordado que tenía blog, y que me gustaba escribir en él.
Al final, como decidí no conectarme al facebook, pensaba en algo para este espacio. Últimamente no me ha pasado nada muy relevante a nivel personal, aunque han acontecido ciertas cosas que me tienen un poco perturbada aún, como el tema de los almacenes farmacéuticos, y otras tantas.
He estado obsesionada con "Nana", un animé muy bueno, basado en el manga de Ai Yazawa (mi mangaka favorita, para quien no lo sabe). Y como que me llegó harto, considerando que la trama central se desarrolla en torno a dos amigas que se conocen por casualidad en un tren, y cada una tiene personalidad muy opuesta a la otra... Lo que me hace pensar en la diversidad de gente (y en que mis amigos me están saturando debido a mi gran falta de paciencia o simplemente porque son llenadores, aunque no puedo meterlos a todos dentro de este saco), y en que la amistad se puede dar independiente de que no hayan muchos intereses en común, ni mucho menos objetivos... Sólo surge por aceptación mutua. E increíblemente se pasa muy bien.
Una vez analizada esa parte, me di cuenta que en la U, mis amigos son na que ver a mi, a mis amistades de colegio, con las que compartíamos gustos, ideales, y tantos otros sueños de mina púber, como encontrar pololo, que se yo...
Y pensar que ahora las cosas se reducen, a "Oye, hay prueba tal día...", "prestame tu cuaderno pa sacarle fotocopia?", "te dije que le avisarai a las weonas pa que firmen y se corra la prueba"...
Puras banalidades. Cosas académicas. No hay un vínculo demasiado estrecho, como para convivir más allá del trato de compañeros. No niego que haya gente que tiene esa capacidad de romper la barrrera, y forjar lazos humanos importantes con los demás. Pero pensando y adaptándolo a mi realidad, cada vez se deteriora un poco, por un tema quizás de saturación y acostumbramiento.
De todas maneras no creo que desemboque en una ruptura, porque igual hemos logrado superar hartas cosas juntos, y nos conocemos bien (aunque está más que claro que uno nunca deja de conocer a las personas). Tenemos nuestros roces como todo el mundo los tiene, y a veces me termino agobiando y quiero puro mandar las cosas a la cresta, y que me dejen en paz y que la corten con su webeo. Pero me detengo, y pienso que en una de esas, es mi purá volá nomás, y que las ando puro regando, cosa que no es descabellada ni improbable.
Supongo que estas cosas siempre pasarán, hasta el fin de los siglos.
Aunque no me quejo de mis amigos, doy gracias de haber tenido la oportunidad de expandirme hacia otras personas. Me ha servido para conocer de mejor manera como funciona el tema de estar en grupo, principalmente porque a mi me gusta el tema de andar con gente, pero el estusiasmo me dura poco porque me saturo muy rápido. Podría decirse que tengo complejo de hermitaño, aunque nunca me haya resultado la idea de irme a vivir a las montañas, porque soy una mina dependiente de la tecnología, y sin tele e internet, me siento muy desconectada del mundo.
Creamos que prefiero mantenerme al margen que participar dentro de todas las agrupaciones de personas que he podido conocer, independiente si me siento indentificada con su motor o no...

Sigo prefiriendo trabajar aparte, y hacer las cosas por mi misma, para demostrarme de alguna u otra forma, que puedo ser más que suficiente y que no estoy siendo picá a egoísta ni nada. Pero durante mi niñez no tuve amigos, y siempre tenía que hacer cosas que no me agradaban para poder encajar temporalmente dentro de la masa que tenía cercana.

Uf... me fuí en la volá