martes, julio 10, 2007

Depresión Endógena

Desde el año pasado vengo arrastrando una depresión del demonio. Nunca me había sentido tan mal, tan patética, tan... No sé, ridícula. Siempre pensé que la depresión daba porque uno se llenaba de ideas negativas, y empezaba a consumirse dentro de esas ideas, hasta tal punto, que se tornaba imposible salir. O simplemente, le daba a aquellas personas que habían tenido una vida triste y se lamentaban por eso.
Yo creo que la primera es como la más acertada... Pero no sé, no sé porque me siento tan mierda.
No he podido realizarme, y no he podido rendir como espero. Por qué?, porque me desanimo con facilidad. No creía que esto fuese tan complicado. No soy psicóloga, pero sé que algo me pasa. Mis ánimos descienden abruptamente, y no he podido vislumbrar luz en mucho tiempo. Si no fuese por mis amigos que me apoyan, estaría peor.
Nunca he sido de ideas suicidas, ni mucho menos, pero debo reconocer que se me han pasado varias ideas al respecto en el último tiempo, pero no las llevo a cabo, por no manifestar mi egoísmo, cosa de dejar sufriendo a mi familia y amigos, por llevar a cabo uno de mis deseos, además que no creo que sea el método correcto de enfrentar todo esto.
No estoy contenta.
No he podido sonreir de felicidad en mucho tiempo, lloro por cualquier tontera, y todo me afecta.
Me estoy rompiendo en mil pedazos, y no sé como voler a reconstituirme, o evitar mi total destrucción.
Ese túnel se hace cada vez más oscuro, y me pierdo en él...
Nadie me puede sacar de aquí.
Me siento fracasada, enormemente incompleta, y sobretodo, incapaz.
Incapaz de muchas cosas, de las que, supuestamente estoy bien; Pero no me puedo seguir engañando de esa manera.
Soy una persona como el hoyo. No puedo hacer felices a los demás, sólo por el hecho de existir, sino que tengo que hacer algo, como para ganarme su aprobación, y eso es lo que más me afecta. Eso que llamamos rechazo. Y ahora lo siento más potente que nunca. Nadie nació para ser rechazado, en ningún sentido de la palabra. Las cosas comienzan desde ahí, para no cultivar resentimiento, ni rencor, ni cosas de esas. Me siento pal pico, como el forro. Y no me puedo alegrar por nada. Ni siquiera por esos pequeños detalles que siempre me subían el ánimo...
Cualquiera que me viera, diría que hay gente peor que uno, pero eso no ayuda, por el contrario, te hace más miserable aún.
Tal vez mis atados no son la gran cosa, pero en este momento no soy capaz de manejar mi vida. No me siento capaz de nada, ni tengo ganas de nada. Nadie nació para estar solo. Yo no estoy sola, pero me siento así, y es casi lo mismo, que estar realmente botado. Me da lata llegar a cualquier parte, a ver como son felices, y como disfrutan de sus vidas sin problemas, y pienso que fui así en algún momento, pero ahora no. He perdido muchas cosas durante todo este trayecto, y temo no volver a recuperarlas.
Si alguien llega a ver esto, no piense que no me ha ayudado. Por el contrario, me da coraje para salir de todo esto.
Aunque en este minuto, estoy demasiado lejos de lograrlo.

No hay comentarios.: