Eso fue lo que me bajó ayer. Simplemente no aguanté más el hecho de que me mintieran.
Me dolió, pero me saqué el terrible peso de encima. Lo que me da lata es que me traten de pendeja, siendo que es obvio por qué lo soy. Soy terriblemente inexperta, pero ávida por entender las cosas. Tal vez por eso me equivoco tanto... Errar humanum est, dicen por ahí.
Y como decía, las cosas tuvieron un final bastante malo, pero a pesar de que siento una pena tremenda, debo continuar, y levantarme porque más que mal, nadie pensó en mi, ni siquiera por cortesía. Debo ser más egoísta, o al menos ese fue el consejo que escuché de parte de una de mis amigas.
Yo no quería creerlo. No quería, y me puse una venda en los ojos mientras me pegaban en la nuca. Finalmente la olla explotó, y me saltó en la cara, por lo que no pude quedarme de brazos cruzados y me enfrenté al problema. Resultado: NINGUNO
Ahora me siento mejor, pero me está bajando la congoja, por eso escribo este pequeño texto. Me siento tremendamente miserable y estúpida. Pero bueno, debo tener "amor propio" y luchar por lo que me parece correcto. Al final, soy mujer y tengo tantas cualidades y defectos como las demás.
Y si alguien me va a amar, será por lo que soy, sin necesidad de un envase falso, ni siquiera le va a importar lo poco egoista que soy. Es una lástima, pero fue.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario