lunes, marzo 28, 2011

Senectud

La odiosidá ya se me pasó. Ahora me siento vieja (si no es una cosa, es la otra...).
Cada vez que miro fotos, o leo cosas siento que ha pasado una enormidad de tiempo. Tiempo que no volverá a pasar y que no volveré a vivir, a no ser que me consiga una máquina del tiempo, pero las huellas que deja, no se borrarán. Nada lo puede hacer, ni siquiera el colágeno o la elastina de las cremas antiarrugas que compran las mujeres para disimular el paso del tiempo.
A fin de cuentas siempre hay un componente hocicón que nos hace ver lo viejos que somos.

y eso que apenas tengo 23 años.
No me quiero imaginar a los 70

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