lunes, enero 14, 2008

Holidays 2008-Un resumen


Esta entrada, hasta el momento, no tiene título, porque no se me ha ocurrido. Es para comentar lo bien que lo he pasado acá en el sur, aunque igual he tenido mis minutos de reflexión, respecto de varias cosas, como por ejemplo, lo lais que es Cuicón (Pucón) y sus alrededores… Es super lindo, y caro por lo demás, así que es como obvio que no cualquiera puede ir allá. Me da un poco de lata pensar, que lo caro, es para que gente promedio (en el sentido de ingresos monetarios), no pueda acceder a estas partes. Ahí surge una especie de acabronamiento por parte de los cuicos, porque cobran un ojo de la cara, por cualquier cosa, y ellos son los únicos que pueden pagar, y para peor, ese dinero termina de nuevo en sus arcas, porque son propietarios de toda cosa que hay. Los paisajes están llenos de niños rubios que me miran extrañados, porque no mido más de un metro setenta, y peso más de 45 kg, además que mi nombre es más normal que ir al baño… O sea, dentro de todo este paisaje hermoso, con el lago Villarrica a mis pies, parezco un animal exótico en exposición. Un homo sapiens chilensis, de tez oscura, lo que me hace resaltar del montón de hijitos de papá que me observan extrañados, porque no me asoleo con bikini blanco, porque mi pelo no es rubio, aunque sí es liso, pero no mide más de 50 cms de longitud. Es chistoso, porque llamo más la atención que una tipa regia que hay más allá, exhibiendo toda su humanidad, cubierta sólo por un traje de baño diminuto… Así como esas que salían en la portada de La Cuarta, al costado de los titulares.

Por otra parte, para no irme en la volá del resentido social, el sur es a toda raja… Los paisajes son hermosos, aunque no recorrí mucho, pero mis ojos estaban como alerta siempre, ya que había mucho que mirar.

Detallemos un poco el viaje. Primero, partimos de Santiago, haciendo nuestra primera parada en San Carlos (pregunté y está en la octava región). Nos quedamos un día entero allá, donde nos trataron como reyes, y nos convidaron al campo, que también es muy bonito, (lo más campesino que conocía hasta ese entonces, era Batuco, porque un tío vive allá. Espero no sonar despectiva con ellos). Habían chanchos, caballos, vacas, ovejas… Tanto animal, medianamente libres, que pululaban a su antojo, sin preocupaciones más allá de los insectos, en su mayoría tábanos, que los picaran…

Después de San Carlos, nos vinimos a Villarrica, donde establecimos una especie de cuartel central, para salir a recorrer otros lugares.

El volcán Villarrica es lo máximo, muy imponente, aunque lo ví solamente el primer día, porque después se nubló, y estuvo lloviendo dos días seguidos, pero por lo menos alcancé a sacarle fotos.

El segundo día, partimos a Pucón. Me gustó bastante, porque está bien cuidado, y hay unas casas espectaculares, pero me cargó el hecho de que fuera tan láis, y que todos miraran extrañados por no serlo.

El tercer día, partimos rumbo a Lican Ray. También es bonito, claro que mucho más rúsctico que Pucón, aunque apenitas nos bajamos del auto, porque nos dio la tontera, y nos fuimos a Coñaripe, que me encantó, porque el paisaje es a toda raja, y el Lago Calafquén es inmenso… Da la impresión que fuera más grande que el lago Villarrica, aunque le eché una sapeá al mapa, y no. Ahí nos quedamos toda la tarde… Mis papás y mi hermano se bañaron en el lago (yo no pude por razones biológicas), e incluso, hubo una mordida de tábano loca por ahí. Antes de eso, almorzamos en un local muy bonito, que era todo de madera, super rústico y artesanal, pero eso le daba ambiente… Era como estar en una casa, con vista al lago, obviamente.

Al cuarto día, partimos rumbo a Lican Ray, aunque esta vez, nos quedamos más rato, y anduvimos peluseando por la playa. Nos sacamos hartas fotos, en un puentecito que había en el agua, y cuando nos devolvíamos, vimos que se quemaba algo, que precisamente, no era pasto del común y corriente… Era de esa hierba verde que se fuma, más conocida como marihuana. Ja! El olor nos traía algo mareados, pero duró poco, porque nos alejamos con rapidez. Al final, terminamos en Lican Ray, porque la cosa para hacer canopy y Paintball estaba cerrada.

Al quinto día, partimos a conocer Caburgua. Acá si que es la raja, aunque es pequeño, pero no por eso menos lais que Pucón. (Caburgua está más o menos a 23 kms de Pucón). Después de sacar un par de fotos, nos regresamos a Pucón, pero en vez de irnos a Villarrica, subimos por un camino, llegando hasta la falda del volcán. Ni les cuento el frío que hacía allá arriba, pero independiente de eso, el paisaje era pa quedar boquiabierto…

Y así termina nuestro cuento, porque mañana (11 de enero de 2008), nos vamos de Villarrica, rumbo a San Carlos, aunque haremos una pequeña escala en el Salto del Laja, que se me imagina que también debe ser a toda raja. Me quedé con las ganas de conocer Valdivia, pero mi papá dijo que habían posibilidades de ir allá el próximo año.

Por lo menos, en estas mini vacaciones, descansé lo más que pude, así que me siento lista para empezar mi práctica.





eso lo escribí un día antes de quedarme dormida, allá en Villarrica.

Un viaje memorable

Pd: en la foto, estoy en la playa de Lican Ray, en una especie de puente de madera que había sobre el lago.

Hyde-sama

†I died then my instinct was born†

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