jueves, febrero 14, 2008

St. Valentine Day!

Hasta que llegó el famoso día de San Valentín.

A estas alturas de mi existencia, ya no tengo mucho que decir, porque si cuento todos los años, en los que he pasado este día sin pena ni gloria, ya serían veintiuno.

No es una gran cifra, pero no consideramos que tengo sólo veinte años. A qué se deberá toda esta situación?? La verdad, es que ya no le encuentro una explicación lógica, o que al menos me deje contenta. Al final, ando puro pasando malos ratos, y pensando tonteras, por lo que decidí olvidarme de todo, y centrarme en otras actividades, lo cual me ha dado resultado, pero en cierta forma solamente. Porque pasado algun tiempo, me baja la tontera de nuevo, y vuelvo a caer en ese estado gilipollas.

Lo malo es que las oportunidades que se me presentaron, ya las dejé pasar. No me arrepiento de mis decisiones, porque siento que hice lo correcto. Cuando se tienen heridas, no hay mucho que se pueda hacer.

Al menos fui capaz de superar una etapa anterior, la que me tomó más tiempo del que tenía presupuestado, considerando que aconteció hace más de un año. Pero aquello me marcó para siempre, y aunque parezca increíble, fue de buena forma… Es extraño que salga con eso a estas alturas del partido, porque me quejé mucho al respecto, y las heridas que me provocó (¿provoqué?) aparentemente, eran demasiado grandes, llegando a tal punto, que faltaba poco que fuera a la cocina a enterrarme un cuchillo cocinero en el hígado.

Y sí, fue bueno porque aprendí hartas cosas. Sólo hay que dejarse llevar, y actuar con naturalidad (no es que yo no lo haga), pero debo superar mi temor, y actuar por lo que dicta mi sentimiento, más que por mi pensamiento. Gracias a eso se me vino el mundo abajo, y aunque haya parecido insuperable en cierto momento, fui capaz de tomar las piezas de nuevo para comenzar a rearmar mi vida.

Suena super trágico, siendo que no es más que una exageración (probablemente), de una pirateada loca por ahí.

Al final, la vida continua, y prefiero quedarme tranquila, a andar haciendo idioteces para saciar un deseo hormonal. Total, ya comprobé todo aquello que necesitaba saber.

Me salí del contexto de lo que quería escribir, pero siento que es lo más adecuado, ya que este día no tiene mucho romanticismo que yo sepa.



Esas palabras, las escribí en la playa, pal 14 de febrero.

Y bueno, ahora que ya estamos a veintitantos, me doy cuenta que me apuré un poco porque la situación cambió demasiado... No en 180°, pero por lo menos en 175°. Falta un pequeño detalle, que si las cosas siguen viento en popa, está apunto de acontecer





ejale!


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