Uff... pensé que me quedaría una vida en el mismo estado, y resulta que en el momento en que menos lo pensé, mi vida tuvo un cambio drástico, con todas sus letras, y que hasta el momento ha repercutido de gran manera.
Llegué a encontrarme con aquel ser que me dejó tan mal (o hizo que yo misma empezara a cagarme la mente de a poco), pero al verlo, fue como que después de pensarla un poco, pude darme cuenta que esa puerta está cerrada con un candado gigantesco, y no creo que se abra, a no ser que la vida quiera vincularnos de nuevo. Me sentía un poco extraña hace un rato, pero creo saber el por qué. Parece que de nuevo estoy en la etapa de enamoramiento, aunque sé muy bien que todo eso trae más contras que pros, porque estoy en total cognosia de todo lo que respecta al otro ser, y no me esperan con muchas ganas... Al menos eso es lo que yo percibo. De todas formas, en pasarlo bien no hay nada de malo, así que después de hablar y desahogarme un poco con la CaroLin, me sentí como siempre. O sea, bien. Retorné a la posición de equilibrio. Al final, el tiempo dirá, y no quiero luchar contra aquello que hasta ahora se ve como algo que es un poco imposible.
Creo que por esta vez, el carpe diem es la opción más rentable, porque no me hago tanto daño como otras veces, cada vez que me pego un carril mental de esos grandiosos.
Uf... la vida cambia demasiado rápido
Por primera vez, me está agradando ser cuasi adulta.
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