sábado, abril 08, 2006

Intercambio de fluidos


La juventud de hoy, se relaciona según sean sus intercambios de fluidos corporales. Los sentimientos pasaron a lo que se conoce como segundo plano... Claro que el físico y el estilo juegan un papel importante dentro de todo esto.
Eso es lo que me ha tocado vivir. En realidad, yo pensaba que los sentimientos eran el pilar de una relación, o algo semejante que se va a iniciar. Personalmente he tenido dos intercambios en mi vida... Los dos, del mismo tipo. Fluidos orales, (no piensen mal de mi) que decidí experimentar, porque mi curiosidad era demasiada. Necesitaba saciarla. Asi que me sometí al proceso 2 veces. Y qué puedo decir al respecto? No me gustó, para nada. De la primera, prefiero omitir detalles. Conclusión: No encuentro porqué es necesario hacer ese ritual. La segunda vez... Tan mala suerte tuve, que quedé con una especie de trauma. Una, porque me sentí una prostituta de barrio pobre cualquiera, y la otra, que me dieron ganas de mandar todo a la cresta y morirme de una vez. El muchacho no era feo... para nada, pero tampoco era Brad Pitt...(hay que decirlo). Salí con él, porque me invitó, además porque me había caído bien. A todo esto, lo conocí en la fiesta del cumpleaños de mi primo, que vive en otro lugar... La cosa es que llegué y me puse a conversar con él. Teníamos harto en común. Conversamos hasta entradas la madrugada, pero me tuve que ir... Me estaban llamando para acostarme. Me fui del lugar, y mi primo se dió cuenta que algo había pasado, asi que lo llamó. Él salió e intercambiamos número de teléfono.
Pasaron los días, y me llamó, para concretar la salida. El día "d" mi prima me arregló, con tal de mejorar un poco mi aspecto desprolijo. Asi que salí, para llegar a la hora la punto del encuentro.
Nos saludamos, y tomamos una micro, en dirección a cualquier parte .
Caminamos por la tarde, sin tapujos ni nada, sólo en afanes de cháchara. Nos tomamos un helado, y nos devolvimos, para ir hacia otro lugar. En el trayecto, nos sentamos en una banca de una plaza, y seguimos la conversa. Hasta que me dijo, -nunca nadie me había saludado para el día de san Valentín- y yo, sin pensar, lo miré a los ojos, hasta que pasó. Me besó. Pero de qué me quejo tanto, si yo no fui capaz de decirle que no. Así que me dejé llevar. Estuvimos en eso harto rato... Yo no hallaba donde esconderme... Me sentí como las pelotas, miserable... Quería irme... dejar de hacer eso... Hasta que él se detuvo, y nos retiramos de esa plaza, rumbo a otra, en donde retomamos la actividad. En la micro de regreso, quería seguir en la misma situación, pero mi vergüenza era tal, que decidí no hacerlo. Cuando nos despedimos, nos dimos otro beso. Nuevamente, intercambio de fluidos.
Cuando finalmente se fue, me sentí pésimo. Tanto así, que no aguantaba las ganas de llorar. No lo hice, pero cuando me puse a hablar con mi prima, descubrí que no quería hacer nada de lo que ya había pasado. Me sentí mal toda la semana. Me bajó de golpe el concepto de moralidad, y tantas otras cosas que impone la sociedad.
Esa es mi historia.
Ese es mi mundo... Reducido, pero real.

Ojo... la imagen tiene que ver con lo que hablo, sólo que las personas involucradas, lucimos demasido diferentes a ese dibujo.
Tomenlo como un simbolismo de la vida.

†Hyde_Sama† *i died then my instinct was born*

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